La cantidad de agua que la bomba es capaz de moverse en un tiempo determinado.
La fuerza con la que la bomba empuja el agua a través del sistema.
La potencia eléctrica requerida para el funcionamiento de la bomba.
Bombas centrífugas, bombas de diafragma, bombas de pistón, etc.
El material utilizado para la construcción de la bomba, que puede variar según la aplicación y el medio que manipule (acero inoxidable, hierro fundido, plástico, etc.).
La eficiencia de la bomba, que indica cuándo de la energía eléctrica consumida se convierte en energía mecánica útil para mover el agua.
Las especificaciones eléctricas necesarias para la conexión de la bomba a la fuente de alimentación.
La temperatura máxima y mínima a la que la bomba puede operar de forma segura.
El nivel de ruido producido por la bomba durante su funcionamiento.
Protecciones incorporadas como protección contra sobrecargas, protección contra funcionamiento en seco, etc.
Las dimensiones físicas de la bomba, incluyendo tamaño y peso.
La frecuencia y naturaleza del mantenimiento necesario para la bomba para mantener su rendimiento óptimo.